lunes, 27 de junio de 2011

ARQUITECTURA COTIDIANA


El concepto de cultura no está delimitado claramente. Debido a esto pienso que, se hace más difícil su concertación en tiempos donde los cambios se están generando a ritmos y velocidades  sorprendentes, donde el manejo del tema se da igualmente de forma abstracta.

La literatura es, sin duda, una de las expresiones artísticas más legitimas de la condición humana de ser. Esto puede servir como fuente de observación para analizar la cultura; ésta fuente legitima no está dada de manera casual, por el contrario se da por la capacidad que tiene de comunicar sobre los aspectos característicos de una sociedad. Pero más que comunicar, la literatura sugiere acerca de las relaciones del hombre con los demás y con el mundo, es decir un ser humano inmerso en la palabra, en el acto comunicativo.
Para compartir mi apreciación sobre el concepto de cultura he decidido enfocarme en el escritor Julio Cortázar (nacido en Bruselas en 1914, quien adoptó nacionalidad Argentina), con el fin de ver cómo la cultura está atravesada por cosas sencillas pero fundamentales: la cotidianidad. En el afán por teorizar y hacer racionalmente- modernos y complejos nuestros mundos, muchos observadores olvidan todas esas evocaciones  emocionales y sensoriales de las que Cortázar da cuenta en sus obra de una forma transparente y llena de sentido para mí.
El enfoque que haré a partir de sus obras puede ser el menos acertado, pero igual “El valor de estas interpretaciones residiría [...] no en lo que nos dicen sobre el cuento, sino en lo que revelan respecto al intérprete. Habría así tantas interpretaciones como lectores”µ. Por su parte, Antón Arrufat dice “Estos cuentos significan algo, pero el lector puede disfrutarlos sin descubrir su significado, que es múltiple e inagotable.”µµ De esta forma, el enfoque que le daré al presente escrito está dado netamente por una visión particular a partir de la obra de Cortázar y espero que involucre el sentido argumental necesario. Debo decir también que me entristece que el pensamiento racionalizado, limitado y en ocasiones hasta cuadrado sea el que prime en cierto pensamiento moderno; por eso Cortázar se convierte en una alternativa para entender de otras formas lo que se entiende como cultura.
Para comenzar trataré de exponer cómo comprendo el término cultura, hoy denominada posmoderna o moderna en otros casos, que se desarrolla en ámbitos de comunicaciones globalizadas y acelerados cambios tecnológicos. Recuerdo la frase de mi maestro de literatura: “en este término cabe todo”; entiéndase entonces cultura como una red, un imaginario simbólico que está mediado por el lenguaje y el concepto; así, los hilos que la tejen comprenden desde los textos escritos hasta las instituciones sociales, formales, las normas, las leyes y demás, unidas entre sí por el acto de la comunicación. Lo más importante, y lo que entraré a observar de esta red, no son precisamente los hilos que la conforman, que también son importantes, sino los espacios de la red: la cotidianidad. En este caso lo importante es resaltar los aspectos humanos que comunican de forma cercana, los que en ocasiones pasamos por alto pero que son la esencia de eso abstracto e indescifrable de los actos cotidianos. La vida cotidiana se podría entender como la esencia de la cultura, lo que Cortázar describe y maneja de forma excepcional. El autor argentino se detiene en todo aquello que para muchos observadores es difícil de encasillar en análisis y representaciones metódicas, surgiendo así la necesidad de romper esquemas.

Por una parte, Cortázar se encuentra inmerso en una sociedad que irrumpe las fronteras de lo público y lo privado. La modernidad que se sustenta en la creación del individuo, la esfera pública que se sustenta en lo privado. En medio de toda esta complejidad de espacios, Cortázar acude a lo fantástico, y dice que se trata de una disposición que “...me asalta en los momentos más inesperados y que me lanza a escribir como la única manera de cruzar ciertos limites, de instalarme en el territorio de lo otro.” µµ El escritor muestra, a través de lo fantástico, cómo la limitación de los espacios físicos, como la limitación de los espacios que se establecen intangiblemente entre los hombres, son tanto característicos como cuestionantes para el hombre contemporáneo.
La aventura de la vida se muestra en la obra de Cortázar en lo real e intangible, lo quizas fantástico pero lleno de sentido; esto es para mí la esencia de la cultura. A partir de cuentos como el “Axolotl” se puede ver cómo las formas de relaciones que entablan los hombres de hoy plasman una cultura que pretende ir más allá de lo establecido y materializar un espíritu libertario. Sin embargo, la palabra misma nos limita y es necesario ir mas allá para representar lo que de alguna manera denominamos realidad.
Considero que la obra de Cortázar es más que sugerente, acertada gracias a su género de literatura fantástica, porque el hombre es tan complejo que nos queda difícil acercarnos a su propia condición humana, y es más acertado hacerlo a través  de la ficción. Las obras de Julio Cortázar son sorprendentes y me sugieren mucho acerca de ese espacio de la red, “la cultura”. La transparencia de lo que denominamos realidad está inmersa en la cotidianidad y Julio Cortazar alcanza una descripción muy acertada de esto por medio de la contemplación y evocación,  creando como producto final sus cuentos, en los que ésta entabla la relación directa de cada ser humano con el mundo y con el otro. 

El manejo de temas como la limitación de espacios, la falta de comunicación, el materialismo, las incertidumbres, la soledad y demás de sus cuentos, a partir de la contemplación, reflejan lo invisible de lo visible, donde lo material cobra vida en la medida en que trasciende a una significación netamente humana. Este es el caso de cuentos como “instrucciones para llorar”, “instrucciones para dar cuerda al reloj” o “instrucciones para entender tres pinturas famosas”. En ellos, a partir de la contemplación recrea la magia de todo lo material que nos rodea, desde una gota de agua que cae de una teja, hasta la manecilla del reloj. Cortázar muestra cómo todo esto tiene una relación inmensamente compleja en el hombre, donde se reflejan desde sus miedos hasta sus paradigmas y esquemas de comportamiento.
Cuentos como “Carta a una señorita en París”, “Continuidad de los parques”, “El río”, “La noche boca arriba”, dejan ver claramente que en  la cotidianidad se puede observar todo lo mágico de la vida del hombre, que parece ficción por su mismo carácter abstracto. Sólo restan estos cuentos para sentirlo, debido a que habla de mi cultura, ese espacio abstracto de la red donde cobra valor todo lo intangible, es decir las emociones y sensaciones mismas, nacientes de la interacción social, la cultura del hoy. Así, la obra de Cortázar acierta en plasmar transparentemente la condición humana y funciona como un espejo de lo que de alguna forma denominamos cultura. Esto lo logra porque, para mi concepto, realiza una visión crítica del mundo contemporáneo en cuentos como “El Perseguidor” o en “Historias de cronopios y de famas”. Cortázar se muestra en contra de las posiciones en donde lo que debe imperar en las relaciones sociales son el raciocinio y el método, que en ocasiones se torna incompresible o fuera del hombre mismo y donde la contemplación de lo circúndate no es trascendente. Para el autor argentino, es profundamente trascendental y humano lo cotidiano. Esta mirada le da acceso a lo inexplicable pero esencial de la cultura, lo  que es de cada ser de manera única  y diferente; esto tiene que ver con el tiempo y los espacios propios de los humanos, donde cada día se piensa profundamente, aunque sin aludir a cosas complejas e indescifrables. El trascendental espacio de la red.
 El  trato que da Cortázar, de temas como “los espacios” en cuentos como “Casa tomada” plasma claramente cómo éstos influyen en el desarrollo del hombre, cómo en la modernidad estos espacios son limitados, invaden al hombre, agrediéndolo y violentando tanto su comunicación como su libre pensamiento. Recuerdo, por ejemplo, al hermano de Irene y cómo en la irrupción de su espacio le invadían lo que mas quería, sus libros de literatura. De la misma forma, en esta maldita cultura moderna lo verde te lo convierten en gris y el gris que quieres te lo pasan a verde y luego tienen el atrevimiento de preguntarse por qué el hombre es violento y en contra de qué es lo que se manifiesta. Esto quizás  reafirma cómo los espacios  influyen en el desarrollo de una cultura.
Pensemos en un centro comercial  construido sobre lo que era antes, por qué no, un parque. Quien hoy visita el centro comercial terminó poco a poco acomodándose al gran facilísimo y “mejor calidad de vida” que da el desarrollismo de la sociedad de hoy y de alguna forma dejó de lado su vida más “natural”. Esta situación me molesta porque considero que de alguna forma estos espacios encerrados limitan el pensamiento y alimenta la alienación. Ahora recuerdo espacios como  la televisión, el ojo pegado a la pantalla y principalmente toda una teleaudiencia “feliz”, ante una recreación de la realidad que tristemente no permite generar conocimiento o mínimamente pensamientos nuevos; por el contrario  los adormece. Como asegura el escritor en “Casa tomada”, “se puede vivir sin pensar”µ.
Luego aparece la noche, donde todo  se siente, donde se atraviesan los muros, y en mi cotidianidad puedo ver de algún modo la consecuencia de esta transmutación de espacios, mientras unos más allá de recrearse desbordan sus limitaciones de tiempo y espacio en bares, discotecas, tabernas, burdeles, etcétera. Otros roban, violan, matan y otros preferimos silenciosamente sumergirnos en el espacio interior, que quizás tampoco sea nuestro. El hermano de Irene escuchaba los sueños de su hermana aunque los cuartos estaban divididos por un living.

Podría afirmar que en este cuento no hay detalle en vano. Desde la forma como está escrito muestra cómo se da esa irrupción en el espacio; así, de repente, de manera sorpresiva nos quitan los espacios y de manera sorpresiva sucede en el cuento. De igual forma, refleja como un espejo la actitud del hombre, que no hace absolutamente nada; la expresión máxima de la impotencia. Aquí es donde más evidencio mi país y al colombiano que debido a la violencia política hoy es desplazado de sus espacios y su casa queda tomada. Casa que siempre habían querido habitar Irene y su hermano por filiación sentimental, aunque fuera grande y aunque irrumpiera en sus respectivas relaciones de pareja de alguna forma, porque en la casa estaba su realización personal. Así, creo que en mi patria se debería dar también la realización personal de quienes la componen; de la misma forma, la situación de desplazamiento en mi país va más allá de las tierras como tal; es perder todo el campo de acción. De forma más concreta quiero traer a colación el espacio que de manera directa nos quitan para soñar y pensar, que se nos es violado desde la no reafirmación en el otro, hasta el asesinato; una cultura individualista donde sólo se necesita de soñar para morir.
Cortázar en medio de todo es un escritor tan universal, que siento que este cuento refleja mi realidad y cómo mi país ya no es mi país, porque cada territorio que atravieso me encargo de atravesarlo en silencio absoluto, totalmente desapercibida, como de alguna forma lo hacía Irene en su casa porque estaba tomada.

Así, puedo llegar a decir que este cuento me sugiere cómo en la cultura de hoy la esfera privada sustenta a la pública. Por un lado, los factores que comprenden la intimidad se han hecho de uso público, y por otro, las necesidades privadas están sosteniendo el mercado, que es netamente de la vida publica. Relacionando lo anterior con el cuento “Casa tomada”, a Irene y a su hermano les invadieron toda la casa, hasta se les metieron en la cocina.
Así, “Casa tomada” es lo que Alazraki llama “una metáfora que busca expresar mensajes inexpresables por el medio del código realista”µ. Por esto afirmo que nos habla de una cultura atravesada por espacios imaginarios y espacios físicos. Las obras literarias de Julio Cortázar plasman, sin duda y como toda obra de arte, su compromiso social y político, teniendo en cuenta que se dio en medio de la represión dictatorial en Argentina. Considero que su obra muestra todos los caminos que liquidan la libertad en nuestra vida diaria. Influenciado este escritor Argentino por Sartre, deja ver entre líneas a un hombre entregado existencialmente con la tarea de crear, pero aún más, un ser comprometido con su yo histórico, sobre su yo conformista, siendo plenamente libre, por qué no, en lo fantástico.


µ Alazraki, Jaime (1994) Hacia Cortázar: aproximaciones a su obra. Barcelona: Anthropos, p. 72.
µµ Citado en Alazraki, Jaime, op.cit., p.73
µµ Citado en Alazraki, Jaime (1994) Hacia Cortázar: aproximaciones a su obra. Barcelona: Anthropos, p. 61.
µ Cortázar, Julio (1994) Cuentos completos /1. Madrid: Alfaguara, pp. 110.
µ Alazraki, Jaime; Op.cit. p. 70.